La finca Arenales, propiedad del Conde de la Maza, fue escenario de un tentadero en el que los matadores de toros sevillanos Salvador Cortés y Oliva Soto continuaron con su preparación ante la próxima temporada. En palabras del propio ganadero y de los toreros fue un tentadero exigente e interesante, en el que salieron vacas para poder torear a gusto y otras para poder dominar reses encastadas. La fotos son de Álvaro Pastor Torres.

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