Manolo Grosso.- Si el año pasado fue la lluvia lo que marco el abono de la Feria, este año lo ha sido el desastre ganadero casi generalizado. Si exceptuamos la corrida del Pilar, algún que otro toro suelto, véanse el del Ventorrillo, el del Serrano y alguno mas, en líneas generales lo que se ha visto en Sevilla es de una falta de casta y bravura realmente preocupantes. Ayer lo de Miura salio sin fuerza, pero si con clase y sin malicia alguna. Yo ya ni me acuerdo de una miurada en la que se pudiesen dar, cómodamente, tantísimos pases. Ayer, sin duda alguna, salieron los pupilos más aplicados de Zahariche. Ni uno solo de esos terroríficos a los que nos tiene acostumbrado esta ganadería. Maravillosamente presentados, como siempre, nada que ver por cierto, con el lamentable encierro de Victorino Martín. No obstante, adolecieron de ese picante que suele ser característico de su estirpe.

De la terna el único que corto oreja fue Juan José Padilla, que sin acabar de quedarse quieto estuvo bullidor y algo mas que apañado. Como los toros eran un poco sosos él, les puso la sal. En fin, tampoco es cosa de discutirle la oreja y lo único que hizo el presidente Juan Murillo, bien como siempre, fue dar lo que el público pedía. El Fundi, se hartó de dar pases pero no acabo por calentar el patio y una vez más Javier Valverde apencó con el peor lote y con el sobrero del Serrano, que sin duda alguna fue el de mayor peligro de toda la corrida.

Se ha notado el cansancio del personal, y la pobreza de los carteles en el tramo final de la Feria, donde no se ha logrado poner el no hay billetes un solo día, ni siquiera en la matutina de rejones. Espero que la empresa tome nota del dato no solo por su bien, sino también por el de la Feria de Abril de Sevilla, que se merece otro remate en su aspecto taurino. No creo que la crisis económica haya tenido mucho que ver, aunque algo también, pero lo cierto es que durante el abono no se han visto caras conocidas y pocos aficionados de postin de otras partes de España, si exceptuamos un par o tres de tardes, de lo que deduzco que los vips vienen de gallote y este año ha estado la cosa cortita con leche.

En cuanto a lo meramente taurino me quedo con ese Morante recuperado como lidiador y torero profundo. Con un José Mª Manzanares, de gusto exquisito y fuerte intensidad en todo lo que hace, del que no hay ya duda alguna, es uno de los toreros favoritos de la ciudad. La autentica exhibición de poderío del Juli, que pudo acabar en Puerta del Príncipe y una ajustada y minimalista faena de Talavante que nos hace recuperar la fe en el joven torero. Lo demás menos mal que se acabo ya y afortunadamente sin ningún percance de importancia.
 

A %d blogueros les gusta esto: