Sevilla. 10 abril 2016. Jesus Moron. Toros en Sevilla, Feria de Abril. Corrida de rejones. Diego Ventura en el segundo.

Diego Ventura

Carlos Crivell.– Nacido en Lisboa pero de crianza ribereña en La Puebla del Río, Diego Ventura ha logrado situarse como máxima figura del toreo a caballo. Solo la maestría de Hermoso de Mendoza le discute el lugar de mando absoluto. La afición desea que ambos compartan carteles porque pueden marcar un tiempo de oro en el rejoneo, que ha llegado a unos niveles de perfección insólitos. No parece que puedan enfrentarse en la plaza de Sevilla. La afición no entiende estas políticas, lo mismo que resulta un disparate que Ventura no haya toreado nunca en Pamplona.

Al margen de estas cuestiones absurdas de despacho, Ventura volvió dictar una lección magistral de toreo a caballo que hubiera merecido la salida undécima por la Puerta del Príncipe. El fallo con el rejón de muerte en el quinto le privó de esa gloria. Lo que nadie le puede discutir es que su labor ante los de Bohórquez fue impecable.

Sevilla. 10 abril 2016. Jesus Moron. Toros en Sevilla, Feria de Abril. Corrida de rejones. Sergio Galan en el cuarto.

Sergio Galán

La faena al segundo, sustentada en esa maravilla llamada Nazarí, fue modélica. El ya veterano caballo mantiene su flexibilidad y su punta de velocidad para estar siempre en el sitio justo en la lidia. No solo corrió a dos pistas con un temple milimétrico, sino que luego citó de lejos, batió en la cara el toro y se fue por el costado con quiebros ajustados. Todo un espectáculo este caballo, que se completó por la novedad de Ritz, todavía algo verde, pero una promesa con un futuro espléndido. El rejonazo soberbio dio paso a las dos orejas.

El quinto tenía más que torear. Y aquí la estrella fue Sueño, caballo nervioso, valiente, casi temerario, que le llegó muy cerca al de Bohórquez para provocar sus arrancadas tan remisas. Si además, Remate se arrima para clavar tres cortas al violín, se puede entender el clamor del tendido. Todo quedó difuminado por tres rejones de muerte. Se pidió la oreja con alegría y desenfado, pero bien están así las cosas. Ventura tiene por delante muchas Puertas del Príncipe.

Sergio Galán estuvo muy bien en una línea clásica y ortodoxa. Menos comunicativo en el primero en una labor más sorda, fue en el cuarto a lomos de Apolo cuando logró la conexión con el tendido que se entregó a su faena. Este equino, un clásico del rejoneo con once años, mantiene su valor y el nivel de caballo grande del rejoneo.
Citó en corto de manera espectacular para clavar en dos metros. El par de banderillas a dos manos que cerró su labor fue modélico. Ahora acertó con el rejón definitivo y paseó una oreja como premio a su buena tarde en Sevilla.

Sevilla. 10 abril 2016. Jesus Moron. Toros en Sevilla, Feria de Abril. Corrida de rejones. Lea Vicens en el sexto.

Lea Vicens

La francesa Lea Vicens, discípula de don Ángel Peralta, fiel vigilante de su labor en el callejón, lució su magnífica cuadra y la doma de sus cabalgaduras. La nimeña progresa por años. Tal vez en esta actuación haya sido traicionada por los nervios en algunos embroques y en la propia capacidad para clavar con precisión y fuerza, pero cuando salió Bético, su caballo estrella, los quiebros surgieron hermosos, lo mismo que cuando en el sexto se hizo presente Gacela. En ambos casos falló con el rejón de muerte, dato que le impidió pasear algún trofeo.

La gente, como es ya habitual en corridas de rejones, se lo pasó bien, pidió orejas que solo existían en su fantasía y salió satisfecha.

La realidad es que el toreo a caballo de Diego Ventura marca las diferencias. Su paso por Sevilla ha sido nuevamente triunfal. La Puerta del Príncipe se quedó medio abierta, pero con su nivel y su juventud, el lusitano de La Puebla del Río está llamado a pulverizar todos los registros en la plaza de toros de Sevilla.

Plaza de tors de Sevilla. Novena de abono. 10 de abril. Tres cuartos de entrada.Toros despuntados para rejoneo de Fermín Bohórquez, correctamente presentados, con movilidad y fijeza; parado el quinto.

Sergio Galán: pinchazo y rejón trasero y caído (silencio); rejonazo en lo alto (oreja).

Diego Ventura: rejón fulminante (dos orejas); dos pinchazos y rejón en lo alto (petición y vuelta).

Lea Vicens: dos pinchazos y rejón muy trasero (silencio); tres pinchazos, medio rejón trasero y cuatro descabellos (ovación).

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