Allá por los años veinte del siglo XX, el Conde de la Corte compró a la Marquesa de Tamarón un lote de reses de Parladé de procedencia Vistahermosa. En la finca Los Bolsicos, a orillas del río Ardila y cerca de la maravillan del arte debido a los Templarios, se forjó la famosa divisa del Conde de la Corte, que alcanzó una fama notable, tanto por la bravura extraordinaria de sus toros, como porque a partir de esta ganadería se crearon numerosas divisas de gran prestigio en la cabaña brava española.

La calidad de los toros del Conde fue la base para que pronto se hicieran muchas ganaderías con sus productos. Cobaleda, Atanasio Fernández, Juan Pedro Domecq, Villamarta, Pinto Barreiros son algunas de las divisas que compraron sementales al Conde de la Corte. Se buscaba la bravura en la fuente de la bravura. Los años cumbres fueron los cincuenta y sesenta. Todas las figuras lidiaban los condesos.

Hablamos del Conde la Corte, y son palabras mayores. El propietario actual es Luis Guillermo López Olea, descendiente de don Agustín Mendoza, Conde de la Corte, que compró las primeras reses. Desde el año 1988 es el responsable de la divisa, “un tiempo que me ha permitido saber cómo están las cosas y trabajar para cambiarlas, aunque aún queda mucho por hacer”.

“Cuando me hice cargo de la ganadería –matiza Luis Guillermo- estaba en un momento bajo. ¿Causas? Son complejas. Todo el mundo se puede equivocar y los errores en ganadería pasan factura durante mucho tiempo. Lo que pienso es que la ganadería que hizo mi tío y llevó mi padre necesitaba un cambio en cuanto al número de sementales. El trabajo fundamental estaba ya hecho, por mi parte no hago nada nuevo, pero considero que era preciso abrir el número de sementales”.

De los siete sementales que tenía la ganadería en tiempos de su padre y su tío, en la actualidad se ha pasado a dieciocho de la actualidad. “Creo que era preciso buscar dentro de la ganadería lo bueno que había, porque no tengo otro sitio donde acudir, de forma que me parece que tener pocos sementales era un error. Al tener más sementales puedo indagar en los aspectos positivos de las reses”. Y todo ello, “con un número de vacas parecido al de antes, unas 250, que siguen siendo el número que pienso es bueno para esta divisa”.

Habla Luis Guillermo con pasión de su ganadería y aclara en un momento que, “cuando hablo de la ganadería me estoy refiriendo a los dos hierros de la casa. Mi tío tenía el mimo número de cabezas en un solo hierro, mientras que ahora son dos diferentes, el de siempre y el de María Olea, que es mi madre”.

En la búsqueda de la bravura no hay reglas matemáticas fijas, “porque algunas camadas salen más igualadas que otras, que pueden ser más destartaladas”. Y está especialmente contento con la camada de este año, “que tiene mucha cara pero está muy bien proporcionada”. Es una camada que le permite poder lidiar corridas en las plazas de Valencia, Sevilla y Madrid. “Mi ilusión es colocar la ganadería del Conde donde estuvo, y para ello hay que estar en las plazas de categoría. Me queda mucho por lograr, espero poder verlo, pero así se puede seguir adelante con este trabajo tan sacrificado”.

La ganadería está en ese camino de volver a reverdecer las glorias del pasado. El responsable actual se siente “satisfecho con la corrida de Madrid, que no fue completa, pero en la que hubo un toro bravo y los otros cinco se vinieron arriba y se dejó torear. Me encantó la forma de galopar de algunos toros y su forma de humillar. Eso no tiene precio”. No olvida algunos toros puntuales, “como uno de Ubeda, que embistió con mucha calidad”. Y menciona a una corrida lidiada en Almendralejo, “con el trapío de una plaza de tercera, pero muy brava”, lo que le hace decir que “son esos detalles que sirven para seguir adelante, que nos dicen que este trabajo ha merecido la pena”.

Los toros condesos marcaron una etapa en la historia de la fiesta en el siglo XX, que para Luis Guillermo son “recuerdos inolvidables por la bravura de aquellos toros”. Y al hablar con entusiasmo de bravura se impone hablar de su concepto ganadero: “Soy muy un ganadero muy clásico. Para mí la bravura es fundamental y hay que medirla, sobre todo, en el caballo”. Dicho esto, una matización se impone, “porque con una pelea tan dura en el caballo no es fácil que esos toros luego se puedan torear en la muleta”.

El equilibrio entre la bravura y la nobleza es la esencia del toro. “Es muy complicado. Si se pasa uno de nobleza se llega a un toro soso que no dice nada; con la casta pasa igual, si se pasa el ganadero se llega al genio. El toro bravo y con casta es una mezcla perfecta de cualidades sin exceso ni carencias de ninguna de ellas”.

El toro del Conde de la Corte es “hondo, bajo de agujas, de manos cortas, fino de cabos y con rabo largo. Aunque lo que es posible que todo el mundo recuerda es que están muy bien armados, pero son armónicos. Y, como colofón, son toros con mirada de buena gente, que se ve que no tienen malicia en la mirada. La gente se fija mucho en la cornamenta, pero a mí me encanta fijarme en todos los detalles”.

En los buenos tiempos de la ganadería las figuras se han anunciado con los toros del Conde. Los tiempos han cambiado y ahora no ocurre lo mismo. “Mi aspiración es que en poco tiempo las figuras vuelvan a pedir estos toros. Por fortuna no han dejado de lidiarlos de forma puntual. Para ser ganadero hay que tener un porcentaje de orgullo que te impulse a ser de los mejores”.

SEMENTALES

Hay una línea que le encanta al ganadero; es la del célebre Cazador, que vino con los toros iniciales y que sigue teniendo a descendientes entre los sementales de ahora. “No se puede seguir la línea porque aquí hay la costumbre de cambiar los nombres, que es una forma de guardar nuestros secretos, mucho más ahora que se sabe todo. Al fin y al cabo, lo del Conde es la base de casi todo lo actual. Queremos ocultar nuestras historias, aunque esa de Cazador y la de Valeroso, otro semental famoso, es conocida por todos. Eran hijos directos del célebre Alpargatero. Si será buena esa línea que hace poco hemos tentado un hijo de Cazador y ha salido extraordinario. Es muy bajo y fino, castaño, una belleza de becerro”.

SELECCIÓN

Se mantienen las 250 vacas y ello condiciona una selección rigurosa. No se puede buscar fuera de casa y hay que indagar en el pasado. “Hay algunas ganaderías que tiene su origen en lo del Conde, que me encantaría poder buscar por ahí, pero no lo puedo hacer, porque entonces se diría que ya no es el Conde. Distinto es que quisiera seguir siendo ganadero y tuviera que buscar fuera de esta ganadería. Hay algunas muy buenas”. Pero no dice nombres. La selección se hace “como la hicieron mis antepasados”, que en definitiva es “buscando la casta”. Aunque ago sí ha cambiado. “Sí, ahora los tentaderos no son como antes, que se tentaban más de cuarenta vacas el mismo día (era para medirlas a todas por el mismo rasero). Tiento unas diez vacas por día y busco bravura en el caballo, que me parece esencial, pero no sólo existe el caballo. En estos tiempos, en estos tentaderos, se deja torear más con la muleta. Antaño, menos. Por eso se podían tentar tantas vacas en una jornada”.
Y culmina con sus ideas ganaderas: “Una vaca muy brava que no se deja torear se aparata de lo que hoy se necesita para la fiesta. Se valora la reata, también las hechuras y la tienta, aunque es fundamental ver luego la descendencia”.

LOS BOLSICOS

La finca es una dehesa de 760 hectáreas “que es menos clásica que las extremeñas, porque no predomina la encina, sino que abunda mucho el acebuche, lo que le ofrece un toque de Andalucía. Es una finca con hierba abundante y muy temprana, sobre todo en los años de lluvia abundante” Luis Guillermo ha cambiado algunas cosas en la dehesa. “Si tengo tantos sementales, los cerrados deben ser más pequeños. Ese aspecto lo he cambiado y, con la misma extensión, he organizado la finca para que haya muchos más cercados que permitan poner a los sementales con las vacas en la cubrición. Algunos de antes tenía más cien hectáreas”.
También se ha modernizado todo lo referente a las dependencias (plaza, corrales y correderas). “Hay muchas más labores debido a los saneamientos y hay que poner al día y ampliar de forma continua las instalaciones”.
Todo ello en un caserío bien conocido porque “es una de las torres templarias de las siete que tenía Jerez de los Caballeros”.

LA LIDIA ACTUAL

¿Cómo es la lidia actual para que luzca el toro bravo. Luis Guillermo salta con una frase: “Soy un ácrata con relación a los Reglamentos. No me gustan los encorsetamientos, me encanta que resalten las diferencias entre lidiadores y entre las reses. Por ejemplo, no me parece oportuno ordenar cuántos puyazos debe tomar cada toro. Si necesita uno, que sea uno. Si e bravo, que lo piquen lo que haga falta, aunque luego no permita mucho toreo de muleta. Porque la suerte de varas está mal. Los picadores, que visten de oro, deben cuidar la suerte. Es una bendición que un toro pueda aguantar tres puyazos, pero hay que hacerlo bien, porque si se hace mal no es bonito, es una mala lidia. Pero se ha orientado todo a la faena de muleta y la corrida es todo lo que se hace bien hecho, al toro”.

LAS CORRIDAS DE 2005

La ganadería del Conde de la Corte lidiará, en principio, cinco corridas de toros. Las plazas que verás las corridas serán Sevilla, Madrid, Valencia, Badajoz y Jerez de los Caballeros. “Puede salir una sexta, pero hasta que no acaben Sevilla y Madrid no podré tener las cosas claras. Y naturalmente, dos novilladas. Mi número ideal sería poder subir a siete corridas, pero vamos estos depende de las camadas. Este año, con reses de mucha cara, puedo ir a Sevilla y Madrid”.

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