Manuel Escribano ha pasado a planta del hospital de Móstoles, tras haberse comprobado en la UCI el buen funcionamiento de los órganos vitales, después del schok hipovolémico, así como haberse descartado la aparición de algún trombo circulatorio. También parece haber superado los problemas intestinales derivados de la operación. El riego sanuíneo en las piernas es lo único que ahora preocupa a los doctores que lo atienden, por lo que han decidido que empezarán a levantar al herido, tras ser trasladado a planta en la unidad de cardiovascular. La recuperación del torero, según los médicos, está siendo espectacular para la gran operación a que ha sido sometido.
 

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