Carlos Crivell.- Los cuatreños que se lidiarán en la temporada de 2024 llevarán el guarismo 0, es decir que habrán nacido entre julio de 2019 y junio de 2020. Serán muchos los toros que vieron la luz cuando ya la pandemia se había instalado en nuestras vidas. Todos los sectores de la Fiesta se vieron gravemente golpeados por la paralización que supuso la llegada del Coronavirus, pero a la ganadería brava le afectó con mayor intensidad. Muchos ganaderos redujeron de forma drástica las cabezas de ganado; incluso hubo ganaderías que desaparecieron. Este año habrá menos toros disponibles, sobre todo para las plazas de primera. Eso quiere decir que podría bajar el trapío en dichas plazas al no disponer las camadas de suficientes toros.

Este problema para esta temporada será más acuciante en la de 2025, en la que los toros del 1 serán los más afectados por esas rebajas del número de cabezas en el campo bravo. Será preciso que las empresas de las principales ferias de máxima categoría estén alertas ante la disminución de la oferta. Ya lo ha avisado Florito, el encargado de los toros en Madrid, que este año será malo, pero el que viene será mucho peor. No creo, sin embargo, que a Sevilla le afecte mucho esta situación de precariedad. El toro de Sevilla es muy definido y vale para pocas plazas más que para la Maestranza. Pero que no se duerma nadie, porque lo último sería rebajar la presentación basados en la situación de escasez de reses en las ganaderías.

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