“Sería bonito volver a torear en la Maestranza”

Juan Antonio Ruiz “Espartaco” (Espartinas, 1962) ha seguido toreando algunas corridas durante la pasada temporada. En cuatro ocasiones hizo el paseíllo y ya está anunciado para actuar en la plaza de Espartinas el día 19 de marzo en una corrida especial de celebración del primer aniversario de la plaza. Pero, además, Espartaco no ha cerrado la posibilidad de seguir toreando, como anunció el día de su retirada “oficial” el 29 de septiembre de 2001 en la Maestranza.

¿Qué proyectos tiene Espartaco para la temporada de 2006?
Lo único seguro ahora mismo es la corrida de Espartinas del 19 de marzo con Morante de la Puebla. Es algo bonito porque es mi pueblo y se celebra el primer aniversario de la inauguración de la plaza. También hay algunos festivales a corto plazo.

¿Y no hay más proyectos para torear vestido de luces?
Hay algunas otras ofertas. Alguna me hace mucha ilusión, como sería actuar junto a Cayetano en su presentación en plazas francesas. Sería un día por la mañana en Nimes. No hay nada seguro, pero me gustaría por la vinculación que tengo con este torero desde sus comienzos. Estuve en su corrida de presentación con caballos en Ronda.

¿Hay muchas ofertas de los empresarios para que Espartaco se vista de luces?
Muchas; llaman con mucha frecuencia. Si las aceptara podría hacer una temporada bastante competa. Lo que pasa es que no puedo aceptar porque entraría en una dinámica que sería una reaparición en toda regla y eso no me gustaría. Todo tiene su momento. Estoy preparado para hacer un esfuerzo en cuatro o cinco tardes, pero no quiero entrar en la situación que supone torear mucho. Eso requiere una tensión alta, para torear mucho hay que competir con los compañeros y eso no quiero hacerlo. Toreo algunas corridas por satisfacción personal y siempre que sean por algún motivo muy especial y bonito.

¿Qué hay que ofrecerle para que considere que una oferta merece la pena estudiarla?
Lo principal es que me hagan una oferta que me toque el corazón y que me guste. Puede llegar un ofrecimiento muy fuerte en la parte económica, pero si no hay un fondo bonito no me van a convencer nunca.

¿Hay que preparase mucho para torear cinco veces al año?
Hay que prepararse más que para torear cuarenta corridas, al menos en mi caso. Es fácil de explicar. Cuando ya se tienen algunos años cumplidos la edad no perdona, se pierden los reflejos y hay que pensar que el público no te va a perdonar ni un fallo. Cuando un torero es más joven la propia costumbre de torear muchas tardes mantiene la preparación, pero para torear poco hay que estar muy pendiente de llegar a tope.

¿Y merece la pena tanto esfuerzo para tan pocas corridas en una temporada?
Cuando llega el día de vestirme de torero no me merece la pena, pero lo que recompensa es toda la ilusión mantenida pensando en el día que voy a torear. Se sueña con lo bonito que será el día de la corrida, pero cuando llega la fecha, te encuentras en tensión en el hotel y está ya metido en el ambiente, entonces te preguntas qué haces allí con lo tranquilo que estarías en el tendido. Pero luego hay otra cosa: ese miedo es necesario para que me sienta a gusto conmigo mismo.

¿Cómo está de sus antiguos problemas de rodillas que tanto precipitaron su retirada de los ruedos?
Ahora estoy mejor que nunca. Ojalá en mi reaparición de 1999 hubiera estado tan bien. Estoy a tope. Ha influido que he dejado de someter la rodilla a tantos esfuerzos como antes sufría. Estoy más relajado. La rodilla está perfecta en mi situación actual, aunque no puedo saber qué pasaría si tuviera que torear todo un año. Ya no hago ningún ejercicio. Hubiera dado algo por estar como ahora en la época de la reaparición.

Como sigue siendo un torero en activo, me permitirá que le formule una pregunta taurina. ¿En qué faceta de su tauromaquia es ahora mismo mejor que en su etapa de máxima figura?
La falta de exigencias me permite torear muy relajado, por encima de todo intento hacer las cosas mucho mejor, pienso mucho en la gente y en mi mismo. Todo ello me permite torear como me gusta sin necesidad de tener que extremar las cosas para cortar las orejas a toda costa.

¿Habrá otras cosas en las que es menos bueno que antes?
Claro, tengo más años y todo es diferente. El paso del tiempo te quieta muchas cualidades. Lo que tiene de malo esta situación actual es que a veces pienso que me enveneno porque te puede el sentido de la responsabilidad de qué dirán. Y ese envenenamiento que querer forzar más allá de las posibilidades reales no es bueno.

¿Piensas que el mundo del toro entiende que Espartaco siga toreando? ¿Hay quienes piensan mal de su actitud?
Creo que me entienden, por lo menos es lo que me llega. Noto un gran respeto por parte de los compañeros, que es el mismo que les tengo a ellos. Cuando salgo a torear con gente más joven, siento una gran admiración por ellos, porque son capaces de hacer lo que a mí ya me cuesta mucho trabajo. Lo que sería faltarles el respeto es que me planteara una reaparición formal para competir con ellos, porque podrían pensar que salgo a quitarles puestos y eso no lo haré nunca.

Ha dicho que toreará cuando le ofrezcan festejos que le toquen el corazón. ¿Qué tal vería volver a torear en la Real Maestranza por alguna cosa bonita y atractiva?
(Tarda en contestar y lo hace titubeante) Si hay alguna plaza en la que me gustaría torear sería en la Maestranza. Es lo que decía antes. Me gusta antes de llegar, sólo pensarlo, pero no quiero ni pensar que me dicen que voy a torear, porque sería una situación de una enorme responsabilidad. Me encantaría, pero tendría que ser por alguna cosa muy especial. La verdad es que no descarto volver a vestirme de luces en Sevilla.

¿Ha cambiado mucho el toreo desde que Espartaco era la primera figura?
No tanto como se pueda pensar. Hay toreros extraordinarios, lo que falta es más conexión de esos toreros con la gente que son menos aficionado, porque son las que deben llenar las plazas. El futuro de la Fiesta me preocupa mucho. Ha llegado el momento de dar un paso adelante. Hay que lograr que la Fiesta interese a la juventud, hay que defenderse de tanto ataque sin motivo como estamos sufriendo. Todos los hombres del toro deben estar unidos para defender la misma causa.

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